5.04.2013

La Misa final de La Herencia 2013


 ¡ Feliz Día de San.José !      Bonne Fête !
En este, nuestra Eucaristía final juntos, tenemos mucha razón de dar gracias a Dios. 

¿Por qué? Primero, escuchando  proclamado en nuestro Evangelio que no somos nada menos que ramas de la Vid de Jesús Él mismo – es Su vida que traspasa nuestras venas – de modo que cosas maravillosas puedan pasar en nuestros propios tiempos tanto como pasaron para Paul, Barnabas y aquellos primero evangelizers en la primera lectura. Nosotros somos amados, muy especiales para nuestro Dios!  ¡Además de haber sido dado el gran regalo de vida (nuestro primer gusto de misterio!), nos ha dado nuestra fe por el Bautismo, y nuestra vocación especial como missioneros para seguir a Jesucristo, Evangelizer del Pobre. Además, tenemos modelos creíbles de lo que nuestras propias vidas pueden significar para otros - - primero en nuestro padre espiritual Vincent de Paul, cuyo viaje de 80 años tan ricos de experiencia, le trajo cara a cara con Dios por la misma gente que al principio él había tratado dejar. Y hoy, en la vida silenciosa pero sólida de Joseph, un israelita fiel aún obediente a la voz del Espíritu de Dios en su vida y profundamente confiado de Mary, aun cuando esto fue en contra de sus instintos religiosos. Y hemos sido dotados de estas cuatro semanas de la Herencia Vincentian juntos, un regalo de Dios y nuestros Fieles, destinados no sólo para nutrirnos y refrescarnos, pero también animarnos y desafiarnos.

Durante estas cuatro semanas hemos experimentado el CIF , el programa diseãdo para Vincentinos con la experiencia de vida. Si apreciamos nuestras memorias de días de seminario o no, el CIF es claramente algo diferente que aquellas experiencias previas de la formación, verdad? Como el Vicente más joven, nosotros viviamos nuestros años formativos tempranos luchando por el éxito personal, ganando materias de ciencia et filosofîa, desarrollando habilidades para el ministerio pastoral, haciéndonos sacerdotes excelentes y missioneros eficaces. 

Pero tan apropiado y necesario como aquel tiempo en nuestras vidas era, el CIF es una clase diferente de la formación, y debe ser así. En vez de adquirir nuevas habilidades y conceptos, hemos tratado de profundizar nuestro entendimiento de aquella llamada e identidad a la que hemos comprometido durante años. En vez de competir por grados buenos y ganar certificados y licencias, hemos permitido que nosotros tropecemos un poco, luchemos para escuchar cuando puede no haber sido fácil, compartir el tiempo y la vida con nuestros hermanos de otras provincias, lenguas y culturas, estar en un mundo no nuestro, pero de alguien otro. Tal vez sentimos como forasteros en una tierra extraña, pero estas experiencias podrían abrirnos a la gente y realidad que tendemos no a ver y apreciar en nuestras propias culturas más cómodas. Espero tanto.

Hace años, el Padre Hugh O’Donnell describió el programa del CIF como “avanzando a fundamentos.” Pienso que este significa que deberíamos estar profundamente abiertos a lo que nos somos llamados a ser, y a Dios vivo, Él que tendemos a no notar en nuestras vidas tan ocupadas. Después de años de experiencia y ministerio, otros escollos todavía pueden permanecer para nosotros – como ser tentado mirar fijamente hacia atrás – a nuestros logros (o nuestros fracasos), seguir repitiendo los mismos modelos y luchas que teníamos como hombres jóvenes, o estar asustados de envejecerse, o de perder poco a poco la salud, de sentirnos “menos importantes” en los ojos de otros. En vez de permanecer pegado en con los mismos desafíos, nuestro futuro que los hijos sazonados de Vincent podrían ser realmente satisfactorios y hasta brillantes: si, por ejemplo, por darnos mismos completamente a otros, o a eligir escuchar y recibir más que toma o ser responsable, nuevos motivos que descubren de esperanza más bien que deslizar en autopreocupación o hasta un cinismo desesperado. 

Hermanos, muchas gracias por haberse entregado a CIF por este mes con nosotros. ¡Qué sigamos rezar el uno para el otro, esperando que nuestras vidas estén marcadas cada vez más por la Vida que viene de aquella Gran Vid que hemos ayudado a formar, de modo que se produzca aún más fruta para el futuro !

Dpb, CIF 2013