4.19.2010

¿serás estudiante siempre?

Cuando yo era jóven -- pues, muy jóven --  solía soñar, anticipando el día de mi liberación plena y completa, es decir, el tiempo cuando estuviera bajo nadie e independiente para ir donde quisiera.  Para mí -- y supongo también para muchísimos chavales y chavalas -- las horas interminables en escuela primaria y secondaria las tomaba como tiempo perdido mientras esperaba la vida real, la vida de los adultos.  Claro, no sufrían diariamente bajo el peso de tareas escolares ni temblaban por miedo del próximo exámen de matemática o história...¡qué dichosos ellos! 

Poco a poco me daba cuenta de la oportunidad que mis padres y maestros me habían regalado en mi educación.  Sobre todo cuando me di cuenta de la alegría y satisfacción de aprender,  ¡qué gozo el haberme dado cuenta de esa nueva habilidad de leer, escribir, deletrear, (sí, porque ¡el inglés es misterioso! en cuanto se escribe).  ¡Qué importante es comprender al mundo! 

Es interesante que, a pesar de tantos años -- o mejor, haber vivido tantos años -- me considero como estudiante perpetuo.  Ya no jóven, no cabe duda, sigo teniendo hambre de comprender el mundo, y interpretar correctamente lo que se me presenta de tantas maneras cada vez más distintas y variables, y sobre todo, discernir como compartir mi fe y experiencia a mis compañeros, pero respetando sus creencias.  Y vale la pena, quizás más por el reto de vivir en un tiempo de tanto movimiento y diversidad cultual y lingüistica, que en vez de adelantar nos retrasa.

Es cada vez más dificil en nuestra época de comunicación aprender a escuchárnos honesta y correctamente; ¿no debemos admitirlo?  Quizás sea por que hoy nos contentamos más por expresárnos que escuchar al otro, más por ser reconocido y respetado que brindárselo al otro. 

Para terminar, durante esto tiempo sabático, he procurado más el aprender, el escuchar y el atender sin preocuparme de otras cosas.  Claro, es algo muy natural porque, como hombre en sabático,  ¡no tengo mayor responsibilidad, ni autoridad aquí en España ni en los EEUU!  Lo más importante es el regalo que me han dado mis cohermanos misioneros (Paúles) de la Provincia Occidental de los EEUU.  ¡Se lo agradezco!

Y sí, espero ser estudiante siempre.

DPB